El método Pomodoro: ketchup para la productividad
The Productivity Lab

El método Pomodoro: ketchup para la productividad

La técnica Pomodoro es una forma de ser más productivo dividiendo tus horas de trabajo en tomates.

Al principio, puede sonar cutre (jeje) y casi como una estratagema de Big Tomato para vendernos más de sus productos no vegetales.

Pero, por ridículo que parezca el concepto, en realidad hay una lógica sólida detrás.

La idea básica es la siguiente: en lugar de dedicar unos minutos al trabajo entre descansos, el método Pomodoro recomienda trabajar en sprints de 25 minutos, separados por periodos de descanso de cinco minutos. Cada sprint se denomina «pomodoro», que significa «tomate» en italiano 🤌.

El resultado final es que podrás hacer más cosas en un día sin perderte ni un solo vídeo de gatos en Instagram. Además, recibirás menos mensajes pasivo-agresivos de tu jefe preguntándote «¿Por qué se ha retrasado esto, amigo?».

⚠️ Advertencia: A continuación hay un número obsceno de juegos de palabras.

¿Qué es la técnica Pomodoro?

El concepto es sencillo: eliges una tarea, trabajas en ella durante sprints de 25 minutos, te tomas un descanso de cinco minutos y repites todo el proceso cuatro veces antes de tomarte un descanso más largo, de entre 15 y 30 minutos.

Cuando divides tus horas de trabajo en múltiples sprints de 25 minutos (también conocidos como pomodori), sientes una sensación constante de urgencia por completar tus tareas a tiempo.

Pero lo más importante es que también te recompensas con descansos razonables entre medias. Este es un detalle clave, ya que nuestro cerebro está programado para responder mejor cuando hay una recompensa. 🧠

¿Recuerdas cuando en el colegio te ponían una estrella dorada? ¿O una pegatina brillante que decía «muy bien» en tus deberes? Pues bien, resulta que los seres humanos no nos cansamos de esa sensación de satisfacción, y por eso las técnicas de gamificación como el método Pomodoro son tan eficaces. Más adelante hablaremos de la ciencia que hay detrás de esto.

Ajuste metas incrementales con la técnica Pomodoro: ClickUp

Para poner en práctica esta técnica, solo necesitas un cronómetro (ClickUp es perfecto para esto), una lista sencilla de tareas pendientes y una actitud positiva. Veamos cómo funciona. 👇🏼

¿Cómo funciona la técnica Pomodoro? Una guía paso a paso

Supongamos que tu tarea es escribir esta guía sobre la técnica Pomodoro (vaya, meta). Así es como utilizarías la técnica como receta para la eficiencia.

🍅 Paso 1: Averigua cuál es tu pomodoro (tu tarea) y divídelo en partes más pequeñas (minitareas). En este caso, nuestras «partes» podrían ser escribir las distintas secciones y subsecciones de esta guía.

🍅 Paso 2: Ahora, asigna 25 minutos a cada parte de tu tarea. Durante este tiempo, no harás nada más que completar tu minitarea. Ve a una zona libre de distracciones, pon un cronómetro de 25 minutos en tu reloj o en una app y ponte manos a la obra.

🍅 Paso 3: Una vez completados los 25 minutos, puedes tomarte un descanso de cinco minutos. Crea un cronómetro para esto también y haz lo que quieras durante tu descanso.

🍅 Paso 4: Tan pronto como termine tu descanso de cinco minutos, vuelve a tus minitareas durante los siguientes 25 minutos. A continuación, repite los pasos 2 a 4 cuatro veces más (es decir, realiza cuatro sesiones de trabajo de 25 minutos) con la máxima disciplina (y el mínimo bostezo).

🍅 Paso 5: Una vez completados los cuatro pomodori, puedes tomarte un descanso más largo, de entre 15 y 30 minutos. Estírate un poco, toma un tentempié rápido o conviértete en un gurú de la productividad en LinkedIn, tú eliges.

🍅 Paso 6: Termina tu descanso, date una palmadita en la espalda y repite el ciclo hasta completar la tarea.

Tus sprints de trabajo de 25 minutos más los descansos de cinco minutos se combinan para formar un pomodoro. Si amplías a cuatro pomodori, habrás terminado unas dos horas de trabajo altamente concentrado.

Por cierto, ¿qué pasa si no puedes completar una minitarea en los 25 minutos de trabajo concentrado de un Pomodoro? Simplemente puedes volver a la tarea pendiente en el siguiente sprint de 25 minutos, idealmente comenzando la siguiente tarea en el mismo intervalo.

Desafortunadamente, en el método oficial, un pomodoro es «indivisible». Por lo tanto, si interrumpes tu Pomodoro, anulas esa sesión y comienzas una nueva, sin crédito parcial. 😐

Un Pomodoro es indivisible en el meme del método Pomodoro
vía Tenor

💡Consejo profesional: ¿Te cuesta dividir tareas complejas en partes más manejables? Las tareas de ClickUp pueden hacerte la vida más fácil y reducir el uso de papel.

Añade y gestiona todas tus tareas, minitareas y metas asociadas en un solo lugar, y prioriza las cosas pendientes con unos pocos clics. Con el control de tiempo integrado de ClickUp, ¡es muy fácil!

ClickUp Brain a través de ClickUp Tasks_método Pomodoro
Utiliza la IA de ClickUp para generar rápidamente listas de tareas basadas en Pomodoro en tus tareas de ClickUp

Origen de la técnica Pomodoro (¿o qué pasa con los tomates?)

Pero aquí está la clave: los orígenes de la técnica Pomodoro no tienen mucho que ver con los tomates reales.

Es un poco molesto, sin duda, pero hay una historia detrás con la que muchos se sentirán identificados.

A principios de la década de 1980, un estudiante universitario italiano llamado Francesco Cirillo estaba ahogado en tareas y horarios de estudio (como tú). Se encontraba agotado y ya había tenido suficiente (como tú).

Así que Francesco se propuso un sprint de diez minutos de concentración en el que terminaría su trabajo, sin distracciones. Funcionó, y escribió un libro entero sobre ello.

¿Y qué hay del tomate? Sí, el reloj que utilizaba para cronometrar sus sprints era un cronómetro de cocina con forma de tomate. Emocionante.

(¿Te sientes un poco defraudado ahora mismo? No pasa nada, la técnica sigue funcionando. Aunque no tenga nada que ver con los jugosos tomates italianos maduros. 🥲)

Pomodoro vs. Timeboxing: no son lo mismo

Quizás hayas leído lo anterior y te preguntes: «¿No es lo mismo que el timeboxing?». No, querido lector, no es exactamente lo mismo.

Veámoslo en detalle a continuación:

Diferencias claveTimeboxingTécnica Pomodoro
DefiniciónAsigna un bloque de tiempo fijo en tu calendario para una tarea o actividad específica.Trabaja en intervalos cortos y fijos (normalmente de 25 minutos), seguidos de un breve descanso.
Duración típicaFlexible: puede tener cualquier duración (por ejemplo, de 15 minutos a varias horas), dependiendo de la tarea y de tu horario.Estandarizado: normalmente 25 minutos de trabajo (un «Pomodoro») más un descanso de 5 minutos; después de 4 ciclos, un descanso más largo.
MetaPara crear límites para las tareas, evitar que se expandan y garantizar que el tiempo se dedique a las prioridades.Para mejorar la concentración, reducir la sobrecarga y entrenar tu cerebro para trabajar en sprints productivos con descansos regulares.
Cómo funcionaPrograma una tarea para un intervalo de tiempo determinado (por ejemplo, «Redactar informe: 10:00-11:00»). Cuando se acabe el tiempo, pasa a otra cosa.Ajuste un cronómetro para 25 minutos, trabaje en una tarea y luego tómese un descanso de 5 minutos. Repita.
Mecanismo de concentraciónUtiliza el calendario y el tiempo programado como dispositivo de confirmación; ayuda a establecer prioridades y a ser consciente del tiempo.Utiliza el cronómetro como señal para concentrarse y descansar, creando un ritmo y un hábito de trabajo profundo.
FlexibilidadMuy flexible: se puede adaptar a reuniones, trabajo intensivo, tareas administrativas o incluso descansos.Más estructurado, ideal para tareas que se pueden dividir en sprints cortos y centrados.
PausasNo siempre está integrado; tú decides cuándo y cómo tomar descansos entre los intervalos de tiempo.Los descansos son fundamentales: breves pausas después de cada Pomodoro y descansos más largos después de varios ciclos.
Ideal paraGestiona una agenda apretada, prioriza tareas y evita que el trabajo se expanda hasta ocupar todo el tiempo disponible.Vence la procrastinación, mantén la energía y crea un hábito de trabajo concentrado con descansos regulares.

La ciencia detrás de la técnica Pomodoro, también conocida como la gamificación de la gestión del tiempo

Nuestra obsesión por el tiempo y la eficiencia va mucho más allá de los cronómetros con forma de tomate.

En 1911, Frederick Winslow Taylor, posiblemente el padrino de la cultura de la productividad, publicó Los principios de la organización industrial y, básicamente, dijo al mundo industrial que era un holgazán. 👀

Se dio cuenta de que, cuando las personas realizaban tareas repetitivas, tendían a relajarse, adaptándose al ritmo del miembro más lento del equipo. Lo llamó «soldiering» (hacer el soldado) y no le gustó nada.

¿La solución de Taylor? Divide cada tarea en micromovimientos, cronometra cada uno de ellos al segundo y recompensa a las personas que se ciñen al sistema.

Introdujo descansos, sí, pero no por amabilidad. Era una estrategia. ¿Te suena familiar?

La cuestión es que Taylor no solo intentaba sacar más rendimiento a los trabajadores. De hecho, pensaba que todo este sistema mejoraría la vida: menos horas, menos conflictos y más equidad.

El método Pomodoro: gamificación de la productividad meme
Vía Tenor

En resumen, creó lo que probablemente fue el primer juego de gestión del tiempo del que se tiene constancia.

¿Por qué este enfoque «lúdico» funciona tan bien en nuestra mente?

Las investigaciones demuestran que cuando la gestión del tiempo se gamifica, añadiendo elementos como puntos, seguimiento del progreso y pequeñas recompensas, las personas se comprometen más y se sienten más motivadas para seguir con sus rutinas.

Por ejemplo, en un estudio reciente, los estudiantes que utilizaron una app de gestión del tiempo gamificada dedicaron hasta un 64 % más de tiempo a actividades de autorregulación (como supervisar su progreso y ajustar su enfoque) y vieron mejorar su rendimiento académico en un 5,6 % en solo un semestre. 😮

Si tu concentración fuera un músculo, la técnica Pomodoro sería tu entrenador personal. Excepto que, en lugar de gritar «¡Una repetición más!», simplemente hace tictac en silencio mientras tú terminas tus tareas.

💡Consejo profesional: ¿Quieres probarlo en tu navegador? Utiliza nuestro cronómetro Pomodoro online gratis para crear un horario personalizado basado en tu estilo de trabajo. ¡Se acabaron los bloques de 25 minutos para todos!

Cronómetro Pomodoro de ClickUp

➡️ Evidencia científica que respalda la técnica Pomodoro

Pero, en realidad, ¿qué tiene un cronómetro o una cuenta atrás que nos hace ponernos las pilas? Quizás sean los genes de nuestros antepasados paleolíticos los que nos dicen que volvamos corriendo a la cueva antes de que anochezca o corremos el riesgo de que nos coman. Quizás sea la competitividad innata de nuestra especie: o ganas al reloj o te quedas atrás.

En cualquier caso, los estudios demuestran que a nuestro cerebro le encanta completar pequeñas tareas o registrar logros, por lo que la sensación de satisfacción (recompensa) que se obtiene al ver cómo se acumulan los Pomos y tachar cosas de la lista de control es tan... deliciosa.

Pero si, como yo, no estás convencido hasta que no has leído un estudio revisado por expertos (o cuatro), especialmente con el aluvión de «consejos de productividad» que hay por ahí, permítenos abordar tu escepticismo.

Los datos detrás del meme de la técnica Pomodoro
Vía Medium

Para trabajadores remotos

¿Recuerdas cuando todos nos quedábamos en casa y llevábamos mascarillas por todas partes entre 2020 y 2022? Pues bien, durante el gran experimento del teletrabajo (también conocido como COVID-19), los investigadores descubrieron que la técnica Pomodoro ayudaba a las personas a mantener la motivación incluso con la cama a solo unos metros de distancia.

¡A los estudiantes también les encanta!

Los investigadores tomaron dos grupos de estudiantes y hicieron que uno estudiara con Pomodoro, mientras que el otro seguía con su rutina habitual de «ya dormiré cuando me muera». Resultado: el grupo Pomodoro arrasó en los exámenes. Resulta que el cerebro aprende mejor cuando no está corriendo una maratón sin dormir. ¿El truco? Utilizar los descansos para descansar de verdad. Piensa en entrenamientos rápidos o en ir a por un café en lugar de estar mirando sin parar las noticias.

Soñadores y creativos: conozcan al Dr. Holmes

Durante unos 50 años, los científicos pensaban que la atención era como la batería de un teléfono. En otras palabras, si se usa demasiado, se agota. Lo llamaron «decremento de la vigilancia», que es el término científico para explicar «por qué no puedes concentrarte después de mirar hojas de cálculo durante tres horas seguidas»

Sin embargo, un estudio de la Universidad de Illinois de 2011 descubrió que las personas que hacían breves pausas durante las tareas mantenían un rendimiento máximo, es decir, periodos sostenidos de productividad intensa. ¡Ahora ponte manos a la obra y escribe esa novela!

🧠 Para los fanáticos de la productividad: La técnica Pomodoro es una forma de contrarrestar la Ley de Parkinson, que básicamente dice que «cualquier trabajo dado se expande hasta llenar el tiempo disponible para su finalización». en otras palabras, si te han dado cinco horas para hacer algo que solo te llevará tres, el órgano gigante que tienes en la cabeza te convencerá de que veas otro episodio de un podcast y alargues la tarea hasta las cinco horas, sin importar nada más. Con la técnica Pomodoro, al asociar la tarea con la urgencia, puedes planificar mejor tus horas y tenderás a no dejar las cosas para el último minuto. ¡Hoy no, Sr. Parkinson!

Vence el síndrome del objeto brillante

Los estudios demuestran que nuestra capacidad de atención es ahora más corta que nunca: estamos hablando de unos pocos segundos de concentración antes de que nuestro cerebro diga «¡Oh, qué brillante!». Y eso es el síndrome del objeto brillante en acción.

Pero aquí está la clave: la técnica Pomodoro no intenta luchar contra esta tendencia, sino que trabaja con ella. Aumentas gradualmente tu capacidad de atención realizando el trabajo en sprints disciplinados, al tiempo que minimizas las distracciones.

El sistema de recompensas

Aquí es donde entra en juego la teoría del incentivo. A tu cerebro le encantan las recompensas inmediatas, y cada Pomodoro completado te da exactamente eso: una pequeña dosis de satisfacción.

El sistema de recompensa de tu cerebro se ilumina como un árbol de Navidad, pensando «¡Eh, lo hemos conseguido!», lo que te hace querer hacer más Pomodoros.

Evita que el cambio de tareas interrumpa tu flujo

Cada vez que cambias de tarea, tu cerebro tiene que hacer un pequeño baile llamado «cambio cognitivo» o cambio de contexto, lo que te quita una gran parte de tu tiempo. Multiplica eso por el número de veces que una persona media cambia de tarea al día y básicamente te pasas la mitad del día cambiando de marcha.

La técnica Pomodoro pone tu cerebro en una sola vía y le dice: «Quédate aquí durante 25 minutos. No se permite cambiar de vía»

Cuando tu cerebro está demasiado cansado para elegir qué comer

Al final del día, tu cerebro ha tomado tantas decisiones que solo le queda una célula cerebral para funcionar. Por eso fundadores como Steve Jobs llevaban la misma camisa todos los días (¡tranquilos, expertos en moda!).

La técnica Pomodoro reduce el número de decisiones que debes tomar a una sola: «¿En qué voy a trabajar durante los próximos 25 minutos?». Eso es todo. Tu cerebro puede con eso, incluso a las 4 de la tarde, cuando no puedes decidir entre tomarte un café o echarte una siesta.

Por qué las tareas pendientes te quitan el sueño

La técnica Pomodoro elimina el efecto Zeigarnik
Vía Imgur

¿Alguna vez te has preguntado por qué las tareas pendientes se te pegan como la purpurina?

Así es como funciona el efecto Zeigarnik: el sistema de notificaciones integrado en tu cerebro que no deja de recordarte el trabajo pendiente.

En la década de 1920, un psicólogo observó que los camareros recordaban mejor los pedidos pendientes de pago que los que ya se habían pagado, y de repente, la ciencia de los asuntos pendientes se volvió interesante.

Ahora viene lo mejor: la técnica Pomodoro básicamente convierte este efecto en tu mejor aliado para la productividad. Al dividir el trabajo en bloques de 25 minutos, engaña a tu cerebro para que mantenga esa «energía de tarea pendiente» sin el estrés de un proyecto enorme que se cierne sobre ti.

Ventajas clave del método Pomodoro para la productividad

De acuerdo, la gamificación tiene un sólido respaldo científico, pero ¿y para aquellos que trabajamos de 9 a 5? ¿Ayuda a terminar el trabajo? 🤔

Si lo piensas bien, la técnica Pomodoro no es más que un condicionamiento clásico en un paquete rojo, redondo (y delicioso). La lógica detrás de la técnica Pomodoro es que, al igual que el perro de Pavlov, puedes usarla para entrenar a tu cerebro a entrar en «modo de concentración» cuando el cronómetro comienza a correr.

Esto es lo que los usuarios que han probado con éxito este método (¿PomoDieHards? ¿Sí? ¿No?) enumeran como principales ventajas:

Tu cerebro realmente aprende a concentrarse: en lugar de «Dios mío, tengo siete horas de hojas de cálculo por delante», te condicionas a pensar «Oye, solo tengo que concentrarme durante 25 minutos». Después de unos días, te darás cuenta de que entras automáticamente en modo trabajo más rápido de lo que tardas en decir «productividad»

La sensación de agobio desaparece: en lugar de mirar con desesperación tu enorme lista de tareas pendientes, solo tienes que ocuparte de un bloque de 25 minutos cada vez. Es como comerse un elefante (aunque no deberías hacerlo): bocado a bocado

Te convertirás en un maestro en la estimación del tiempo: al cabo de un tiempo, empezarás a pensar en «Pomodoros» en lugar de en horas. «¿Este informe? Oh, eso son unos tres Pomodoros». Es como tener un gestor de proyectos integrado en tu cabeza. ¡Y el proyecto eres tú!

Tus descansos se convierten en zonas libres de culpa: Se acabó el tiempo perdido en Instagram mientras finges trabajar. Cuando estás en un descanso, estás realmente descansando

Desaparece el síndrome de «solo cinco minutos más»: ¿Sabes cuando dices que vas a trabajar «solo un poco más» y de repente es medianoche? Pues eso se acaba. El cronómetro se convierte en tu amigo adulto responsable que te dice cuándo parar

La calidad de tu trabajo mejora realmente: Resulta que un cerebro que no está completamente agotado produce un trabajo mejor. ¿Quién lo hubiera dicho? (Los científicos. Los científicos lo sabían)

El tictac se convierte en un sonido relajante. «Está sonando, estoy trabajando y todo va bien». Al cabo de un rato, los usuarios ni siquiera oyen el timbre porque están muy concentrados. De hecho, en algunos casos, no oír el timbre del Pomodoro se convierte en un verdadero problema.

El tictac se convierte en un sonido relajante. «Está sonando, estoy trabajando y todo va bien». Al cabo de un rato, los usuarios ni siquiera oyen el sonido porque están muy concentrados. De hecho, en algunos casos, no oír el sonido del Pomodoro se convierte en un verdadero problema.

TL;DR: La ciencia del Pomodoro, en 4 jugosos bocados 🍅

🫶🏽 Adiós al cansancio de tomar decisiones: solo tienes que responder a una pregunta: «¿En qué voy a trabajar durante los próximos 25 minutos?». Eso es todo. Tu cerebro te lo agradecerá.

🫶🏽 Pequeños pasos, grandes logros: dividir tu día en sprints de 25 minutos hace que incluso la lista de tareas pendientes más aterradora parezca totalmente factible. Un Pomodoro a la vez, nada te detendrá.

🫶🏽 Entrenamiento cerebral, sin dolor: básicamente eres el perro de Pavlov, pero en lugar de babear, te concentras al máximo. Suena el cronómetro y tu cerebro se pone a trabajar.

🫶🏽 La ciencia lo avala: los estudios demuestran que breves ráfagas de trabajo + descansos reales = más motivación, mejor aprendizaje y menos momentos en los que te preguntas «¿por qué estoy mirando esta hoja de cálculo?».

‼️ 3 verdades brutales sobre tu jornada laboral (y cómo puede ayudarte la técnica Pomodoro)

Ya sabes que algunos días el trabajo puede parecer un circo.

ClickUp Insights, las encuestas basadas en datos de ClickUp, muestran lo emocionante que es realmente y por qué la técnica Pomodoro es el maestro de ceremonias que no sabías que necesitabas.

⚡️ El ruido es real y está en todas partes

Imagínese esto: el 83 % de los trabajadores del conocimiento están pegados al correo electrónico y chateando todo el día, mientras que el 42 % de las interrupciones en el lugar de trabajo provienen de saltar de una plataforma a otra y de reuniones interminables.

Infografía de datos de ClickUp Insights_método Pomodoro
Los datos de ClickUp Insights muestran lo dispersa que puede ser una jornada laboral media

No es de extrañar que sea tan difícil entrar en el flujo. La técnica Pomodoro actúa como un portero para tu cerebro, dándote permiso para bloquear el ruido, cerrar esas pestañas adicionales y, finalmente, concentrarte en lo que importa, al menos durante 25 minutos seguidos.

⚡️ ¿Sistemas de productividad? La mayoría de nosotros improvisamos

Es cierto que el 92 % de las personas afirman tener sus propios trucos para gestionar el tiempo y el 76 % dicen que priorizan sus tareas. Pero aquí está el quid de la cuestión: las investigaciones demuestran que más del 65 % siguen persiguiendo «victorias fáciles» en lugar de abordar las cosas importantes y de mayor envergadura.

Pomodoro cambia las reglas del juego. Te obliga a elegir una tarea real, ajustar un cronómetro y cumplirla.

⚡️ La concentración es frágil, especialmente los lunes

Casi el 35 % de los trabajadores del conocimiento admiten que el Monday es su día menos productivo. Probablemente debido a todo el trabajo atrasado que tienen que poner al día. Incluso cuando por fin consiguen concentrarse, el 60 % de los trabajadores no pueden resistirse a responder a los mensajes instantáneos en menos de 10 minutos. 🫠

¿Cada interrupción? Son hasta 23 minutos de concentración perdida, que se esfuman en un abrir y cerrar de ojos. Pomodoro te da una razón para concentrarte sin sentirte culpable, agrupar tus respuestas y proteger tu mejor capacidad intelectual de la avalancha de notificaciones.

Lo avalan grandes personalidades

Resulta que incluso los peces gordos necesitan ayuda para mantenerse concentrados.

Tom Hanks

Si estás pensando «no hay forma de que una simple técnica de cronómetro pueda ayudar a alguien a escribir una novela entera», Tom Hanks quiere decirte algo.

El actor ganador de un Óscar recurrió a la técnica Pomodoro para escribir su libro de 500 páginas y el guion de la película de ficción que lo acompaña.

El método le ayudó a transformar el caos creativo de su mente en sesiones de escritura estructuradas.

Y aunque Hanks lo llama modestamente «solo escribir», su uso de la técnica demuestra que incluso los famosos necesitan un sistema de productividad para convertir «demasiadas historias» en páginas reales.

Si le funciona al capitán Phillips, quizá también te funcione a ti.

Tim Ferriss

El empresario, inversor, autor y podcaster estadounidense es un gran defensor de una variante de la técnica Pomodoro, aunque no la llama así directamente.

En lugar de bloques ordenados de 25 minutos, Ferriss aboga por bloques de 2-3 horas para abordar esa tarea que ha estado rondando tu lista de pendientes como un fantasma persistente.

¿La regla? Elige la tarea que más ansiedad te provoque (ya sabes, esa que has estado «posponiendo» desde el mes pasado) y dedícale toda tu atención.

Lo más importante para Ferriss: no se permite cambiar de tarea. No es una lista de reproducción que se pueda mezclar.

Entonces, ¿cómo se utiliza la técnica Pomodoro?

Antes de lanzarte a la vida Pomo, aquí tienes las reglas básicas que debes recordar sobre esta técnica:

Infografía que detalla las tres reglas de la técnica Pomodoro_método Pomodoro

1. Corta el tomate en dados

«Crear un sitio web» no es una tarea, es un monstruo escondido debajo de tu cama.

Divida esa tarea en partes más pequeñas: «Diseñar la navegación», «Crear formulario de contacto», «Elegir una combinación de colores que no haga sangrar los ojos a la gente»

La idea es hacer cada parte lo suficientemente pequeña como para abordarla en un solo Pomodoro o dos. Divide tus tareas y mantén tu plan listo para empezar, así no te quedarás mirando tu lista de tareas pendientes como si estuviera escrita en jeroglíficos antiguos.

2. Agrupa tareas similares

Es muy sencillo: ¿tienes un montón de tareas pequeñas que te llevarían menos tiempo que preparar un café instantáneo? Agrúpalas.

Responder ese correo electrónico de dos líneas, actualizar tu estado de Slack y añadir ese botón a tu sitio web... Por sí solas, no merecen que empieces un Pomodoro completo. ¿Pero juntas? Forman una serie de tareas productivas que encajan perfectamente en tu bloque de 25 minutos.

3. Un Pomodoro es sagrado

Aquí es donde la gente suele fallar: trata un Pomodoro como si fuera una sugerencia en lugar de una confirmación.

Una vez que empiezas esos 25 minutos, ya está. No hay que comprobar las notificaciones, ni hacer llamadas «rápidas», ni «dejar de responder a este correo electrónico»

Un Pomodoro no se puede interrumpir: marca 25 minutos de trabajo puro. Un Pomodoro no se puede dividir: no existe medio Pomodoro.

Un Pomodoro no se puede interrumpir: marca 25 minutos de trabajo puro. Un Pomodoro no se puede dividir: no existe medio Pomodoro.

Un Pomodoro no se puede interrumpir: marca 25 minutos de trabajo puro. No existe medio Pomodoro.

Si rompes un Pomodoro, tienes que empezar de nuevo. ¿Duro? Quizás. ¿Eficaz? Sin duda.

💡Consejo profesional: ¿Has terminado una tarea antes de que suene el cronómetro? Puedes aprovecharlo para lo que Cirillo llama «sobreaprendizaje». Básicamente, utilizas el tiempo restante de tu Pomodoro para revisar tu trabajo, hacer algunos ajustes y mejoras, y tomar nota de lo que has aprendido.

¿Qué haces cuando estás en un descanso?

Un descanso no es un descanso si solo cambias de una pantalla a otra. Aquí te explicamos cómo aprovechar esos valiosos minutos.

🦋 Los 5 rápidos: cuando solo tienes tiempo para un tentempié de productividad

Piensa en estos descansos de 5 minutos como tus snacks energéticos para la productividad.

  • Haz algunos estiramientos en tu escritorio que no te hagan parecer que estás haciendo una audición para un espectáculo de danza interpretativa
  • Levántate y da una vuelta por tu entorno de trabajo. Puntos extra si aprovechas para beber un poco de agua mientras lo haces
  • Mueve los hombros y el cuello, porque probablemente se te hayan quedado tensos hasta las orejas durante la última sesión de concentración
  • Mira por la ventana y deja que tus ojos se fijen en algo que no sea Times New Roman

Pero, por favor, por el amor de todo lo productivo, no empieces a navegar por Instagram. Es como abrir una bolsa de patatas fritas justo antes de cenar (lo siento, mamá).

🌻 ¡Ese descanso de 5 minutos es más importante de lo que crees!

Tomarse descansos durante una tarea, especialmente si son estructurados como los del método Pomodoro, puede abrir la puerta a lo que la psicóloga de Harvard, la Dra. Shelley Carson, denomina «estado de absorción». Según la investigación de Carson, este modo mental se caracteriza por una mayor apertura a los estímulos externos y a los pensamientos internos.

Como explica el Dr. Carson, incluso un breve paseo, un momento de ensoñación o simplemente mirar por la ventana pueden refrescar tu atención y preparar tu mente para la inspiración. Mientras que la mayoría de las técnicas de productividad consideran los descansos como tiempo de recuperación, el trabajo de Carson sugiere que también tienen una función más profunda: ayudar al cerebro a asimilar la materia prima que necesita para conectar ideas y despertar la innovación más adelante. ✨

🦋 El gran descanso: cuando te has ganado tu festín de productividad

¿Tienes 15-30 minutos completos? Ahora sí que estamos hablando de un descanso de verdad.

Esta es tu oportunidad de hacer algo que realmente te recargue las pilas, en lugar de limitarte a evitar que se agoten.

  • Da un paseo al aire libre y siente la hierba (o el cemento sucio, dependiendo de dónde vivas)
  • Haz una sesión rápida de meditación. Y no, bombardear tu grupo de WhatsApp con memes no cuenta como meditación
  • Tómate un almuerzo adecuado que no implique comer sobre el teclado. Las migas en la barra espaciadora no son una insignia de honor
  • Chatea con un compañero sobre algo que no sea del trabajo
  • Si estás trabajando desde casa, aprovecha para poner una colada rápida o fregar esos platos que te han estado mirando mal toda la mañana

🦋 La regla de oro de los descansos

Sea lo que sea lo que elijas hacer, aquí tienes la única regla que debes seguir: tu actividad durante el descanso no debe requerir otro descanso para recuperarte.

¿Ver intensos debates en YouTube o entrar en discusiones en Twitter? Eso no es un descanso, es solo una forma diferente de estrés. Elige actividades que te hagan sentir renovado, no actividades que te hagan necesitar un descanso de tu descanso.

👋🏾 ¿Quieres algunos trucos de productividad para sacar más partido a tu día? ¡Te ayudamos!

Cómo sacar más partido a la técnica Pomodoro

La técnica Pomodoro original es una forma bastante práctica de hacer las cosas de manera eficiente. Pero hay formas de optimizar aún más la técnica y llevar tu productividad al máximo.

Opción nuclear de notificaciones

Esto es lo que la mayoría de los consejos de productividad no te dicen: ¿el ajuste «No molestar»? No es suficiente.

En su lugar, activa el programa de protección de testigos en tus notificaciones. ¿Slack? Silenciado. ¿Correo electrónico? Cerrado. ¿Teléfono? Dado la vuelta como si te hubiera ofendido profundamente.

💡Consejo profesional: Utiliza ClickUp Docs para crear una carpeta de «retrasos por distracciones». Cada vez que algo intente llamar tu atención, déjalo ahí. El 90 % de esos mensajes «urgentes» se resolverán por arte de magia mientras te concentras. ¿Y el otro 10 %? Seguirán ahí cuando termine tu Pomodoro.

Contrato de comunicación entre compañeros de trabajo

Establezca «horas de oficina para concentrarse»

Por ejemplo, si utilizas ClickUp Chat, haz saber a tu equipo que cuando tu estado sea «En un Pomodoro» (o cualquier otro estado ingenioso que elijas), es mejor que no te interrumpan:

🔥 Un fuego real

🧟‍♂️ Un apocalipsis zombi

🍕 Pizza gratis en la sala de descanso

La clave es ser constante. Porque si cedes una vez a una «pregunta rápida», lo que estás haciendo es decir que tus límites son más bien sugerencias.

El poder del espacio físico

Tu escritorio debería ser como el templo de un monje, si ese monje fuera realmente un fanático de la productividad. Todo lo que no sea esencial va en un cajón.

La técnica Pomodoro: protege tu tiempo con Grogu, de The Mandalorian
Vía Tenor

¿Esas miles de notas Post-it? Consolídalas en una lista de tareas digital (la vista Tarea de ClickUp es ideal para esto). ¿Las cuatro tazas de café medio vacías? No son instalaciones artísticas, así que límpialas. ¿Tu teléfono? Trátalo como si fuera radioactivo y manténlo a distancia.

El objetivo es hacer que tu entorno de trabajo sea tan aburrido que tu cerebro no tenga más remedio que centrarse en el trabajo real.

Progreso mínimo viable

Antes de cada Pomodoro, define el mínimo absoluto que necesitas lograr para considerarlo un intento correcto.

¿Estás trabajando en una nueva función? Quizás solo se trate de escribir la estructura básica. ¿Estás escribiendo una entrada para un blog? Puede que con terminar el esquema sea suficiente.

De esta manera, aunque las cosas se tuerzan (como suele ocurrir), seguirás progresando.

El método del impulso

A veces estás tan concentrado que un descanso parece como echar agua a una hoguera perfecta.

El truco consiste en llevar un «registro de impulso» durante tus Pomodoros.

Cuando alcances ese estado de flujo ideal y suene el cronómetro, anota exactamente lo que estabas haciendo y lo que ibas a hacer a continuación.

Cuando vuelvas de tu descanso, en lugar de pasar 10 minutos recordando dónde estabas, tendrás un punto de reentrada perfecto.

Protocolo de reducción de velocidad

Aquí hay algo de lo que nadie habla: no todos los Pomodoro tienen que ser sprints de concentración intensa.

Crea diferentes niveles de intensidad para tus Pomodoros, como las marchas de un coche.

  • Marcha rápida: Para resolver problemas complejos o realizar trabajos creativos
  • Marcha media: Perfecto para tareas de revisión o respuestas a correos electrónicos
  • Marcha lenta: ideal para aquellas tareas mecánicas pero necesarias, como organizar archivos o actualizar hojas de cálculo

Pon un rótulo con el nivel de intensidad de cada tarea y organiza tu día para no tener que hacer cinco Pomodoros seguidos a toda velocidad y acabar agotado.

En este caso, puede ser útil crear una matriz de gestión del tiempo para que el proceso sea un poco más científico.

Críticas a la técnica Pomodoro

Mira, por mucho que a todo el mundo le encante esta técnica del cronómetro en forma de tomate, puede que no sea lo tuyo.

Meme sobre las críticas al método Pomodoro
Vía Meming Wiki

Para algunos, ceñirse a un sprint con un tiempo estricto puede ser más difícil que productivo. Para otros, 25 minutos pueden ser muy poco tiempo para completar una tarea, especialmente si suelen trabajar con cronogramas ajustados.

No lo olvides: los resultados pueden tardar en verse

Al igual que ese amigo que jura por su rutina matutina de duchas frías y batidos de saltamontes, la técnica Pomodoro puede ser un poco... inflexible.

❗️La estructura rígida no es para todo el mundo

Algunas personas trabajan mejor en periodos largos e ininterrumpidos. Obligarlas a tomar descansos cada 25 minutos simplemente no va a funcionar.

🧠 Cómo funciona: Empieza a crear «Flex-modoros». Quizás trabajes mejor con una división de 45/15, o tal vez con un patrón de 50/10. La idea central no es ceñirse exactamente a 25 minutos, sino gestionar tu energía y atención de forma sostenible.

Puede que Francesco Cirillo no te bendiga por ello, ¡pero tú tú tú!

❗️La técnica Pomodoro puede aniquilar tu estado de flujo

A veces estás concentrado y, de repente, suena el cronómetro. Ahora tienes que decidir entre romper tu ritmo o convertirte en un rebelde Pomodoro.

🧠 Cómo funciona: Cuando alcances ese estado de flujo ideal, utiliza el enfoque «Pomodoro continuo». En lugar de parar en seco a los 25 minutos, permítete terminar la idea o la sección en la que estés trabajando. Eso sí, no utilices la excusa «¡Estoy en racha!» para trabajar durante 6 horas seguidas. Tu vejiga no te lo agradecerá.

❗️No todas las tareas encajan en cajas perfectas de 25 minutos

Intenta explicarle a un cliente que necesitas pausar la reunión porque así lo indica tu cronómetro en forma de tomate. Algunos trabajos simplemente no funcionan bien con bloques de tiempo estrictos.

🧠 Cómo funciona: Prueba el método «Pomodoro personalizado». Las tareas más largas pueden necesitar Pomodoros de 45 minutos, mientras que el trabajo que requiere mucha concentración puede funcionar mejor con Pomodoros de 20 minutos. La policía del tomate no vendrá a por ti, lo prometemos. Solo tienes que seguir el principio básico: trabajo concentrado seguido de un descanso.

¡Un usuario de Reddit probó a personalizar la técnica!

Yo utilizo una versión modificada en la que trabajo durante 45-50 minutos (dependiendo de lo despejada que me sienta ese día) y luego me tomo un descanso de 10-15 minutos (dependiendo de cuánto haya trabajado antes, de modo que el ciclo completo dure 1 hora). Hasta ahora, ¡me ha funcionado bastante bien!

Yo utilizo una versión modificada en la que trabajo durante 45-50 minutos (dependiendo de lo despejada que me sienta ese día) y luego me tomo un descanso de 10-15 minutos (dependiendo de cuánto haya trabajado antes, de modo que el ciclo completo dure 1 hora). Hasta ahora, ¡me ha funcionado bastante bien!

❗️El impuesto de transición es real

A algunas personas les cuesta 15 minutos entrar en modo trabajo. Si ese es tu caso, dedicar un tercio de cada Pomodoro a calentar es tan eficiente como usar un Ferrari para ir a comprar al supermercado.

🧠 Cómo hacerlo funcionar: Utiliza un «ritual previo al Pomodoro». Por ejemplo, crea un bloque de calentamiento de 5 minutos en el que revises tu tarea, reúnas los materiales y, tal vez, hagas unos estiramientos rápidos en tu escritorio. Además, intenta agrupar tareas similares para no tener que cambiar constantemente de mentalidad.

❗️Puede convertirse en otra fuente de presión

«Oh, no, ¡solo he terminado la mitad de mi tarea en un Pomodoro!». Enhorabuena, acabas de inventar una nueva forma de ansiedad. Eso no es lo que pretendíamos.

🧠 Cómo funciona: Deja de contar las tareas por Pomodoro y empieza a contar los Pomodoros por tarea. Dale la vuelta al guion. En lugar de «Tengo que terminar esto en un Pomodoro», prueba con «Esta tarea puede llevarme 2 o 3 Pomodoros, y no pasa nada». El tomate es tu amigo, no tu sargento instructor.

¿El resultado? La técnica Pomodoro es una guía, no una religión. Úsala cuando tenga sentido, ignórala cuando no lo tenga y, por el amor de Dios, no te sientas culpable por personalizarla según tus necesidades.

A veces, la mejor técnica de productividad es simplemente hacer lo que realmente te funciona.

Alternativas a la técnica Pomodoro

La cuestión es que no todo el mundo quiere italiano. 🤌

Si la técnica Pomodoro te resulta más frustrante que útil, quizá te interese probar estos populares sistemas de productividad.

El método de bloques de 90 minutos de concentración

El bloque de concentración de 90 minutos es lo que ocurre cuando la técnica Pomodoro llega a la escuela de posgrado.

En lugar de esos sprints rápidos de 25 minutos, te sumerges en profundidad durante 90 minutos completos. Estos bloques de concentración conforman lo que se denomina un ritmo ultradiano.

Imagen de 90 minutos de concentración_método Pomodoro

Imagina que estás trabajando en ese informe trimestral tan extenso que te quita el sueño. Con bloques de 90 minutos, tendrás tiempo para recopilar tus análisis, dar sentido a los datos y redactar algo coherente, todo en una sola sesión.

Es perfecto para esas tareas importantes que requieren toda tu atención, como programar esa nueva función o redactar propuestas para clientes que no parezcan escritas por un robot alucinado.

El método 52/17

Parece que lo haya inventado alguien a quien le encantan los números concretos. Pero realmente funciona.

A diferencia de los descansos algo escasos de Pomodoro, este método te ofrece 17 minutos de lujo para recargar energías. Eso significa que puedes comer tranquilamente o tomarte un descanso para el café sin sentir que estás incumpliendo tu horario de productividad.

Imagen de 52/17_método Pomodoro

Los bloques de trabajo de 52 minutos son lo suficientemente largos como para entrar en una rutina real. Podrás borrar tu bandeja de entrada, ocuparte de esas revisiones de código pendientes o terminar tu presentación sin sentir que estás mirando constantemente el reloj.

La técnica Flowtime

La técnica Flowtime se basa en dejar que el ritmo natural de tu cuerpo marque el ritmo.

Piensa en ello como el equivalente en gestión del tiempo al «comer con conciencia». En lugar de obligarte a parar cuando lo indica un cronómetro, trabajas hasta que tu cerebro empieza a agotarse de forma natural.

Quizás estés diseñando una nueva página de aterrizaje y estés en plena faena: ¡sigue adelante! ¿El momento en que te das cuenta de que estás mirando Twitter por tercera vez en cinco minutos? Esa es tu señal para tomarte un descanso.

Es especialmente brillante para trabajos creativos, en los que los bloques de tiempo artificiales pueden resultar más perturbadores que útiles.

El método de agrupación de tareas

Es la respuesta de la productividad a la preparación de comidas.

En lugar de cambiar entre diferentes tipos de trabajo cada 25 minutos, la agrupación de tareas te permite agrupar tareas similares y completarlas de una sola vez.

Dedica la mañana al «modo correo electrónico» y ponte al día con la bandeja de entrada y los mensajes de Slack. Después de comer, pasa al «modo creativo» para todas las tareas de diseño o redacción.

Tu cerebro no tiene que cambiar constantemente de contexto, lo que significa que puedes mantener la concentración el tiempo suficiente para terminar tus tareas.

💡Consejo profesional: Utiliza las listas de ClickUp para enumerar tus tareas, agrupar las similares, priorizar grupos y subtareas, y establecer fechas límite para cada tarea y grupo.

Productividad, lista para cosechar

La técnica Pomodoro no es ciencia espacial; es más sencilla y probablemente más eficaz.

Tanto si estás escribiendo una novela como Tom Hanks como revisando hojas de cálculo, esos bloques de 25 minutos pueden ser tu arma secreta.

La belleza de Pomodoro reside en su brevedad. En lugar de «¡No beberé ni comeré hasta que termine este borrador!», piensas «He terminado la sección 3, hora de tomar un café».

ClickUp, la app, aplicación para todo el trabajo, puede ser de gran ayuda en este sentido.

El mecanismo de control de tiempo integrado en la plataforma y las funciones de productividad (impulsadas por IA) hacen que la productividad se sienta menos como una tarea y más como un juego que realmente puedes ganar.

Así que deja de procrastinar y empieza a pomodorear. Prueba ClickUp, tu yo futuro te lo agradecerá.