Por qué pasar de una mentalidad fija a una mentalidad de crecimiento es más difícil de lo que crees
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Por qué pasar de una mentalidad fija a una mentalidad de crecimiento es más difícil de lo que crees

El cambio de una mentalidad fija a una mentalidad de crecimiento ha estado muy de moda en los últimos años.

Muchos blogueros populares, autores y otros gurús que participan en conferencias han tomado la increíble investigación académica de la profesora Carol Dweck, de Stanford, y la han hecho suya.

Sin embargo, ¿es realmente posible alcanzar una mentalidad de crecimiento? ¿O basta con un discurso inspirador y motivador para impulsarte a seguir adelante?

Veamos más de cerca qué implica realmente una mentalidad de crecimiento y cómo puedes deshacerte de la mentalidad fija de una vez por todas.

El enfrentamiento entre la mentalidad fija y la mentalidad de crecimiento

Una mentalidad fija tiene que ver con la preservación. Crees que tus rasgos, habilidades y capacidades permanecerán iguales pase lo que pase. No quieres parecer tonto, así que no intentas nada nuevo.

Una mentalidad de crecimiento implica comprender que, mediante la práctica, el trabajo duro y el esfuerzo, se pueden mejorar las habilidades y aprender cosas nuevas.

Así es como lo describe Dweck: «Las personas creen que sus habilidades más básicas pueden desarrollarse mediante la dedicación y el trabajo duro; la inteligencia y el talento son solo el punto de partida. Esta vista genera un amor por el aprendizaje y una resiliencia que son esenciales para alcanzar grandes logros».

Lo que echamos de menos de la mentalidad de crecimiento

El esfuerzo no es suficiente.

La mayor parte del trabajo de Dweck se ha centrado en los estudiantes y en cómo aprenden, concretamente en el sistema escolar. Los mejores profesores incorporan una variedad de métodos para motivar a sus alumnos, y tú debes hacer lo mismo contigo mismo.

Por ejemplo, si quieres aprender un nuevo idioma o una nueva habilidad en el trabajo, es posible que tengas que probar varios enfoques diferentes antes de encontrar uno que te funcione.

Por supuesto, esto lleva tiempo.

Descubrir tu estilo de aprendizaje y encontrar formas de adaptarte a él requerirá mucha dedicación. El simple esfuerzo no será suficiente. Puede que te elogien por esforzarte, pero ¿realmente has aprendido?

2. El crecimiento es un viaje.

En un viaje, no todo es ir hacia arriba. A veces das vueltas, te pierdes y vuelves atrás. Lo mismo ocurre con el crecimiento.

Una mentalidad de crecimiento reconocerá eso y se adaptará a la situación. Los errores no son perjudiciales. Son parte del proceso de aprendizaje. Una mentalidad fija se centrará en los errores y fallos, en lugar de crear un entorno propicio para un mejor aprendizaje.

3. Las mentalidades fijas y de crecimiento no son binarias.

No es posible pasar automáticamente de una mentalidad fija a una mentalidad de crecimiento. Tienes, con probabilidad, una mentalidad de crecimiento en algunas experiencias y una mentalidad fija en otras áreas.

Tu mentalidad fija puede permanecer y no debemos engañarnos pensando que desaparecerá. Parte de la mentalidad de crecimiento consiste en reconocer que la mentalidad fija puede seguir existiendo.

4. Centrarse en la aprobación en lugar de en el aprendizaje.

Una mentalidad fija solo busca la respuesta correcta, en lugar de comprender realmente cómo funcionan y se desarrollan las cosas. La mentalidad fija busca la aprobación por encima de la experiencia. Cuando te mueve la aprobación en lugar del aprendizaje, es más probable que fracases cuando dejes de recibirla. La mentalidad de crecimiento lo ve como parte de la experiencia.

Señales de que estás cayendo en una mentalidad fija

Si te encuentras con pensamientos en estas áreas hacia los demás, es posible que estés volviendo a caer en una mentalidad fija. Recuerda, una mentalidad de crecimiento no solo se trata del esfuerzo; se trata de cómo percibes la situación.

  • Ansiedad. Te vuelves excesivamente ansioso por una situación, circunstancia, proyecto u oportunidad.
  • Actitud negativa hacia los comentarios. ¿Te sientes derrotado cuando te critican? ¿O prefieres aprender de sus comentarios y opiniones?
  • Celos. ¿Cómo te sientes hacia aquellos que tienen más intento correcto que tú o que reciben más elogios? ¿Los juzgas de manera justa? ¿De qué manera podrías aprender de ellos?

Cómo pasar de una mentalidad fija a una mentalidad de crecimiento

1. Los hábitos deben cambiar.

Para ser una persona que hace ejercicio, hay que hacer más ejercicio. Lo que significa que hay que cambiar los hábitos. Para demostrar lo difícil que es esto, basta con comparar la afluencia a un gimnasio en enero con la de julio. La diferencia será notable. Y es que muchos no han conseguido mantener el hábito.

¿Cuál es el problema? A menudo pensamos en lo que queremos hacer en lugar de en los pasos que nos ayudarán a lograrlo. Este es un principio fundamental del sistema Get Things Done. Debes crear tareas más pequeñas y pasos de acción para dividir un elemento más grande.

A veces, cambiar un hábito consiste en identificar los pequeños pasos necesarios para hacerlo realidad.

ClickUp está perfectamente ajustado para ayudarte con los pasos a seguir. Es fácil crear tareas, fechas límite y incluso tareas periódicas para que tus tareas sean tu prioridad.

Con ClickUp, siempre tendrás un lugar para tus recordatorios, notas sobre tu progreso y formas de dividir tus grandes metas en tareas más pequeñas.

2. Concéntrese en la identidad antes que en los resultados.

Digamos que quieres hacer más ejercicio para estar más fuerte. Pero los resultados no llegan tan rápido como te gustaría y pierdes la esperanza. No alcanzas la meta, así que lo dejas.

Ahora, has vuelto a la mentalidad fija. El resultado era tu meta y, cuando los hábitos no dieron fruto, te detuviste.

Sí, puede haber instancias en las que debas dejar algo o rendirte. Pero analiza tus resultados más a fondo. ¿Alguna vez fuiste realmente una persona que hacía ejercicio y levantaba pesas? ¿Era eso una parte fundamental de tu identidad? No. Te centrabas en los resultados más que en la identidad.

«Los resultados se refieren a lo que obtienes. Los procesos se refieren a lo que haces. La identidad se refiere a lo que crees», afirma James Clear en su nuevo libro sobre los hábitos.

La identidad define quién eres. Para que los hábitos y una mentalidad de crecimiento se conviertan en algo natural, deben ser parte integral de tu perspectiva como persona.

3. Reconoce los pequeños logros.

Otra razón por la que es difícil captar la mentalidad de crecimiento es que esperamos demasiado demasiado pronto. Recuerda, las mentalidades fijas y de crecimiento no son binarias. Todo el mundo está en proceso.

«Soy una mujer en proceso. Simplemente lo intento, como todo el mundo. Intento aprovechar cada conflicto, cada experiencia y aprender de ellos. La vida nunca es aburrida», afirma Oprah Winfrey. Sin duda, se trata de una mentalidad de crecimiento. No se ha conformado con quién es como persona, como producto final, ni siquiera a pesar de su gran intento correcto.

Para sentirse cómodo con los altibajos de la mentalidad de crecimiento, debe sentirse cómodo con las pequeñas victorias y aprovecharlo para seguir avanzando. Algunos días serán más difíciles que otros; algunos minutos serán más duros que otros.

La mentalidad de crecimiento acepta esas dificultades junto con las pequeñas victorias que traen consigo.

En ClickUp, puedes realizar el seguimiento de tus grandes logros (Metas) y desglosarlos en logros más pequeños (resultados clave). Celebra con tu equipo a medida que avanzas.

Conclusión: próximos pasos para una mentalidad de crecimiento

Una mentalidad de crecimiento no consiste en descuidar tus talentos y habilidades por algo completamente nuevo cada vez. Es posible que hayas nacido con ciertos intereses, predilecciones y peculiaridades. Pero eso no significa que las nuevas habilidades estén fuera de tu alcance. Hay muchas habilidades que podrían encajar con tus intereses y talentos, pero que quizá te da miedo cultivar.

Para identificarlos, piensa en...

  • Tus miedos relacionados con tu carrera profesional, el intento correcto o la falta de intento correcto.
  • Los resultados que deseas y si estás dispuesto a ser ese tipo de persona.
  • Cómo estás aprendiendo de tus fracasos

¿Te resulta difícil tener una mentalidad de crecimiento? ¿Qué te lo impide? ¿A qué viejos patrones estás volviendo a caer?