5 cualidades de las personas productivas
Productividad

5 cualidades de las personas productivas

Tener un equipo productivo es importante. Los empleados que dominan su flujo de trabajo contribuyen a aumentar la rentabilidad, el rendimiento y la confianza general en la empresa.

Aunque la mayoría de las habilidades pueden aprenderse a mejorar la productividad sin embargo, hay empleados que ya tienen los rasgos necesarios y son competentes en sus tareas. Estamos señalando algunos elementos que tienen las personas más productivas y cuándo saber cuándo un empleado podría estar listo para avanzar.

Organización + Estructura

Las personas más productivas tienen algún tipo de sistema de organización que les ayuda a mantener el objetivo a lo largo del día. Es probable que algún tipo de almacenamiento de escritorio se utiliza, ya que tener un entorno de trabajo limpio reduce el estrés relacionado con el trabajo y ayuda a reducir el tiempo que se habría dedicado a buscar un elemento. Ya sea físico o digital, tener un exceso de desorden distrae al cerebro y dificulta el rendimiento laboral porque está intentando mitigar la tarea además de evaluar el desorden que hay a su alrededor. Cuando un entorno de trabajo está organizado, mejora la eficacia y se crea una estructura, lo que aumenta la calidad del trabajo.

Establecer una rutina es otro elemento relacionado con la organización. Una rutina es importante para delegar el tiempo y las tareas que hay que completar, así como para responsabilizarse de estar al día de los requisitos. Un empleado productivo puede ejemplificarlo de alguna manera, ya sea llevando un cuaderno físico o una agenda plataforma en línea que ayuda a planificar e integrar recursos de trabajo en un solo lugar. Mientras que algunos pueden considerar que tener una rutina es algo limitado o rígido, en realidad las rutinas proporcionan la flexibilidad necesaria para averiguar qué es lo que funciona para ti en lugar de simplemente "improvisar" tu día.

Inteligencia emocional Inteligencia emocional (o IE) es la capacidad de identificar y gestionar las propias emociones, así como de comprender e influir en las emociones de los demás. En el lugar de trabajo, es una habilidad importante porque refleja la capacidad de trabajar bien solo o en grupo. Un empleado capaz de interpretar sus propios sentimientos, así como los de sus compañeros, de forma asertiva y atenta es importante para crear armonía dentro de un equipo. Verás que alguien con una inteligencia emocional alta tiene buenas habilidades sociales, ya que es capaz de adaptarse al tono de cualquier situación.

Un estudio de 2016 de la Universidad de Brandman descubrió que aquellos que muestran comportamientos emocionalmente inteligentes como la autoconciencia, la autogestión, la conciencia social y la gestión de las relaciones tienen un impacto positivo en el rendimiento diario de los compañeros de trabajo. Otro estudio de FuturePeople Report concluyó que las personas con una alta IE están más motivadas, comprometidas y son más productivas en el lugar de trabajo. Los empleados con una mejor inteligencia emocional fueron capaces de superar en rendimiento laboral individual y capacidad de trabajo. La IE no sólo puede ayudar a los equipos internos, sino también a impulsar la experiencia y el compromiso de los clientes en general. Los que muestran este rasgo tendrán un flujo de trabajo más productivo que los que no.

Tomar la iniciativa

Un elemento central de la productividad es la idea de conseguir que algo se termine de una manera más oportuna. La iniciativa es un rasgo caracterizado por su naturaleza emprendedora, su enfoque proactivo y su perseverancia ante los retos para lograr una meta. Un empleado que es capaz de adoptar esta habilidad y lanzarse a una tarea sin vacilar tiende a ser más eficiente con los plazos. Ya que no tienen que consultar constantemente con un supervisor si deben o no avanzar en algo.

La iniciativa en el lugar de trabajo es importante a muchos niveles. Puede ayudar a conseguir mejoras dentro de una empresa o entre compañeros de trabajo, y ayudar a resolver problemas. Un informe de DOMO revela que el 25% de los empleados de una empresa se sienten motivados por la iniciativa estarían más satisfechos en el trabajo si se les diera la oportunidad de hacer lo que mejor saben hacer. Así que si ves a un empleado que salta a los proyectos con entusiasmo, lo más probable es que sea uno de los que más rinden.

Mentalidad positiva

Un estudio sobre mindful thinking del British Journal of Health Psychology demostró que quienes escribían pensamientos positivos tenían reducciones significativamente mayores de la ansiedad y el estrés más de cuatro semanas después de realizar el estudio. Las personas que trasladen esto al lugar de trabajo van a proyectar un ambiente más feliz y a aumentar el compromiso y el trabajo en equipo que las que se dejan abrumar por los retos.

Tener una actitud de "sí se puede" es lo que impulsa la eficacia en un trabajo. Un compañero que aporta negatividad a un espacio no sólo pone de mal humor a los demás, sino que repercute profundamente en el propio proyecto en el que se está trabajando. Los empleados que son capaces de tener una mentalidad positiva son los que podrán infundir confianza en sí mismos y también en los que les rodean. Con una actitud positiva mejora la moral, la disposición a colaborar y probar cosas nuevas, y aumenta la productividad.

Automotivación

La automotivación es crucial para la productividad. Tener un impulso interior para lograr el intento correcto para su empresa y producir trabajo de calidad es algo que no se aprende, ya que nadie puede obligarle a trabajar duro. Las personas automotivadas no necesitan tanta gestión, ya que son capaces de delegar sus tareas de forma competente, sin que nadie les controle constantemente. Las personas que buscan activamente nuevas experiencias de aprendizaje en el trabajo estarán automotivadas para aprender diferentes facetas de una empresa, y están abiertas a obtener el máximo conocimiento posible para poder rendir mejor.

Las personas motivadas serán productivas porque quieren hacerlo bien en su trabajo y serán capaces de cultivar las habilidades aprendidas para avanzar en su carrera. Trabajarán con más ahínco para obtener mejores resultados y serán flexibles cuando surjan retos para encontrar la manera de mitigarlos. Estos empleados son activos muy valiosos, ya que se alinean con las habilidades de liderazgo para poder avanzar en una empresa.

Ser productivo es algo que se puede aprender, pero sólo si el empleado lo desea. Al distinguir los rasgos que ayudan con las personas productivas, podrá guiar a los compañeros de trabajo o a las nuevas contrataciones con habilidades para ayudarse a sí mismos y a la empresa. Tener la herramientas adecuadas que faciliten el flujo de trabajo pueden hacer la vida mucho más fácil.